Fortunatae Insulae

          Aunque hay una larga tradición acerca de las Islas Canarias, el primer autor que las cita por su nombre parece ser Estrabón (Makáron Nêsoi, Islas Afortunadas). Este geógrafo las sitúa  frente a las costas occidentales de Marruecos y cerca de Iberia, unas islas que se sitúan entre el mito, la utopía y la realidad histórica. Explica que la razón de su nombre es estar situadas cerca de los Campos Elíseos que no son otros que Iberia (Geografía I 5). Estrabón también nos dice que ya desde el s. VII a. C., los fenicios se habían establecido en la costa Atlántica (cabo Bogador) y desde el s. V lo hicieron los cartagineses (Geografía III 5, 5).

      Pomponio Mela (Corografía III 87) también describió estas islas remarcando la espontánea fertilidad de sus campos y la singularidad de dos fuentes acerca de las cuales nos cuenta que el que bebe de la una muere riendo, así que a los que enferman tras haber bebido de ella, se les da de beber  de la otra.
            Plutarco, (Sertorio, VII) se hace eco de una información, acerca de unos marineros –probablemente pescadores gaditanos- que regresaban de unas islas, distantes unos 2.000 km de Iberia, y a las que llaman “Afortunadas”. Identifica a dichas islas con los Campos Elíseos.
            Horacio, Épodos  XVI 41ss., las describe como una tierra que produce cada año sus cosechas, sin ser arada, y en la que la viña no podada florece siempre. Sin embargo no llama a estas islas Fortunatae sino beata arva et dives insulas (“tierras felices y ricas”).

Situación de las Islas Canarias en el hipotético mapa del Mundo
según Pomponio Mela,contemporáneo de Plinio (Plinio el Viejo, 
Historia Natural I-II,trad. Ana Mª Moure Casas, Gredos, 1990, p. 75),

          Pero es Plinio el Viejo (Historia Natural VI, 202-205) quien nos da más información que nadie acerca del Archipiélago. De hecho, el nombre de “Canaria” aparece por primera vez en sus escritos. Plinio se refiere a las Fortunatae Insulae, las localiza a una distancia muy próxima a la real y habla de seis islas: Ombrión, Junonia y otra isla menor del mismo nombre, Junonia Menor, Capraria, Ninguaria y Canaria. Debemos decir que la identificación de estas islas o las también citadas por Plinio, Planasia y Pluvialia son de imposible identificación salvo Ninguaria (Tenerife) y Canaria (Gran Canaria). Respecto a esta última hoy día se sabe que el nombre proviene de una tribu africana y nada tiene que ver con los canes. Lo mismo se puede decir de Capraria, nombre que también coincide con un pueblo africano, según Alicia A. García García, (Juba II, rey de Mauritania, S. Cruz de Tenerife, p. 233 ss.).

          De la lectura del texto de Plinio se puede deducir que en el s. I a. de C. estas Islas estaban deshabitadas, puesto que en ninguna de las islas se habla de una población estable.

          A pesar del conocimiento que los romanos tenían de estas islas, no ambicionaron su conquista en ningún momento puesto que no resultaban útiles para ellos. De hecho no había productos interesantes en las islas (metales, animales, tintes, esclavos,...) que, por otro lado, sí podían encontrar en el continente africano.