La ruta a la India

LAS BASES PARA EL DESCUBRIMENTO DE AMÉRICA:
DESDE GADES HASTA LA INDIA
            Quizá sea esta la parte de este trabajo más sorprendente, pero el hecho es que el sueño de llegar desde Gades hasta la India tenía muchos siglos de historia antes de que Colón lo planteara a finales del s. XV.
            Aristóteles, sin llegar a expresarlo directamente, considera que la distancia entre las Columnas de Hércules y la India es pequeña, de donde se puede deducir que es navegable (Acerca del Cielo II 298a 9-12).
            Precisamente, en su ejemplar de Imago Mundi, el Almirante anotó esta misma idea, al respecto de lo que D´Ailly dice acerca de este mismo pasaje de Aristóteles: 
"el final de la Tierra habitable hacia oriente y el final de la Tierra habitable hacia occidente están bastante cerca, y en medio hay un corto  trecho de mar" (nota 43, en la edición de Ramírez deVerger, 1982).

            En la época de Augusto, Estrabón sostiene esta misma idea e incluso se atreve a dar datos tomados de la errónea medición de la Tierra que hace  Posidonio (Estrabón, Geografía II 3, 6): la navegación desde Gades hasta la India sería de unos 11.900 kilómetros (70.000 estadios).
            Séneca (s. I d. de C.) afirma que en poquísimos días una nave puede navegar desde Hispania hasta la India (Cuestiones Naturales, Prefacio 13) y aún profetiza, en su tragedia Medea 375-379, que llegará el día en que el Océano abrirá sus barreras y dará a conocer nuevos mundos.

            Estos textos eran conocidos por Colón como prueba la traducción autógrafa del propio Almirante de este pasaje de Medea conservada en el Libro de las Profecías, f. 59 v., obra escrita por el propio Colón.
Traducción autógrafa de Cristóbal Colón de la tragedia Medea de Sénea (vv 375-379), conservada en su Libro de las Profecías f. 59 vuelto: “Vernán los tardos años del mundo ciertos tiempos en los cuales el mar Océano aflojará los atamentos de las cosas, y se abrirá una grande tierra, y un nuevo marinero como aquél que fue guía de Jasón, que hobo nombre Tiphi, descobrirá mucho mundo, y entonces non será la isla Tule la postrera de las tierras”.

             En el ejemplar de Medea del propio Almirante, conservado en la Biblioteca Colombina podemos leer también, en el margen derecho de este pasaje de la tragedia de Séneca, una glosa de su hijo Hernando: haec prophetia ex(pleta) et per patrem meum Cristoforum Colon Almirantem anno 1492 : “Esta profecía ha sido cumplida por mi padre el almirante Cristóbal Colón en el año 1492”.
Ejemplar de la tragedia Medea de Séneca (1510), perteneciente a Cristóbal Colón y anotada en el margen derecho por su hijo Hernando Colón: e(x)pleta et per patre meum Cristoforu Colo almirante anno 1492.  Biblioteca Colombina. Sevilla.

       

              Vemos que ya desde la Antigüedad se abrigaba la idea de atravesar el Océano para llegar a las costas de la India; pero hay que destacar que se deja esta empresa a los marinos del las Columnas de Hércules, es decir, de Gades pues, ya en esa época, eran los más reputados para la navegación por el Atlántico. Y, en efecto, al final fueron los navegantes de aquellas tierras –andaluces todos ellos- quienes ayudaron de forma decisiva a Colón para realizar su empresa que de otro modo no hubiera conseguido.

             Antes de acabar, queremos dedicar una pequeña nota acerca del mapa de Vinlandia puesto que se trataría, en caso de ser verdadero, del primer mapa que representa la costa de América del Norte, anterior al Descubrimiento de Colón. Es, además, un ejemplo que procede de nuestra ciudad, Zaragoza, pues apareció en un libro robado del archivo de la Catedral de La Seo en los años cincuenta del siglo pasado por Enzo Ferrajoli y que después apareció en la Universidad de Yale.

Mapa de Vinladia, procedente el archivo de La Seo de Zaragoza.
Rodeada en rojo, la isla de Vinlandia.


          Por desgracia, investigadores que han sometido a diversas pruebas el mapa sostienen que se trata de una falsificación del s. XX sobre un mapa mundi del s. XIII.
          El mapa presenta un gran parecido al de Andrea Bianco de 1436, aunque éste tiene una orientación Este y, por supuesto, carece de la isla de Vinlandia.

Mapa de Andrea Bianco (1436)